Pancho Barreiro

Biodinámicos: Los vinos de la luna

La nueva tendencia de producción vitivinícola que seduce a enólogos y bodegueros, pero, ¿qué son los vinos biodinámicos?

La agronomía biodinámica está basada en las teorías de Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía. El cual hace hincapié en la interrelación entre los suelos, las plantas y los animales que conviven en las granjas o plantaciones.

Para explicarlo de la forma más simple posible, el filósofo austríaco afirmaba que había que concebir al viñedo –en el caso de los vinos– como un “ecosistema independiente”, en el conviven todos los seres vivos (tanto animales como otras plantas) formando un sistema en equilibrio.

Los viñedos biodinámicos tienen su punto de partida en la agricultura orgánica, donde obviamente tampoco están permitidos el uso de químicos o agentes no naturales que puedan alterar al viñedo.

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La armonía de los biodinámicos

Ese equilibrio del que hablan los expertos, incluye no sólo a las plantas y los animales, sino también a los astros y, sobre todo, a la luna. “Con la biodinamia vas aprendiendo que no todo es blanco o negro como te lo enseñan en la facultad”, afirma Alejandro Kuschnaroff, enólogo e Ingeniero agrónomo de la bodega biodinámica Siesta en el Tahuan, de Ernesto Catena: Uno de los grandes impulsores del movimiento biodinámico en el país.

“A mí siempre me enseñaron que la única manera de unir dos puntos era a través de un línea recta: con la biodinamia te das cuenta que hay infinitas curvas para llegar al mismo lugar”, agrega el ingeniero agrónomo.

Ernesto Catena es uno de los grandes impulsores del

movimiento biodinámico en el país.

La biodinamia invita a que todo lo que salga a nivel productivo de alguna manera vuelva a entrar y genere ese ecosistema en equilibrio, ya sea mediante la dinamización o la convivencia con diferentes seres vivos.

“En vez de tener un monocultivo –un viñedo– buscamos tener una granja, que no solamente crezca la vid, sino un montón de especies que crecen alrededor de ella, para que haya un hábitat donde vivan otros insectos que afectan a la uva, pero sin dañarla”.

La luna como guía

Una de las críticas más grandes que recibe este tipo de agricultura es sobre la influencia de los astros y los movimientos lunares sobre los viñedos, acusando a este tipo de práctica como una creencia y no como algo tangible.

“No es asociado a lo esotérico, es más científico”, responde Alejandro Bianchi, creador de Finca Dinamia, y explica: “Es científico desde la astronomía y la conexión que tienen las plantas en el orden a través del movimiento de los astros en todos los ciclos, los cuales tienen que ver con los cuatro elementos. De acuerdo a la constelación que ejerce influencia en ese momento del calendario, depende lo que vamos a hacer sobre la planta”.

Según la astronomía, la luna influye en todo y en eso también se basa la biodinamia. “Para hacer un trasplante lo vamos a hacer tres días antes o tres días después de luna nueva. Si vamos a cosechar, va a ser tres días antes o tres días después de luna llena cuando los líquidos están todos en la parte más alta de la planta. Al igual que con las mareas que suben con la luna llena”, cuenta Bianchi.

Finca Dinamia, de Alejandro Bianchi, es la primera viña biodinámica certificada del país en actividad.

“La biodinamia te demuestra que las plantas, los animales y el hombre hace que en un conjunto acompañe los ciclos naturales de la tierra y el cosmos para estar en armonía, y generar así un equilibrio. Por eso Steiner dice que la agricultura biodinámica es el sentido espiritual del cultivo de la tierra”, resalta Alejandro Bianchi.

El equilibrio natural

Alejandro Kuschnaroff afirma que con la formación de una granja en vez de sólo un viñedo, lo que se busca es la “autosustentabilidad” y que en definitiva es lo que sucede en un ecosistema natural. “Todo tiene un ciclo y un balance, y eso es lo que buscamos”.

“Obviamente es un trabajo más largo que requiere un poco más de paciencia, esfuerzo y sacrificio. Y uno se va convenciendo viendo los cambios en el viñedo y en los vinos. Creo que a la larga termina siendo mejor”, remata Kuschnaroff.