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¿Qué pasó con el Merlot?

Si bien se trata de una de las cepas más tradicionales del mundo vitivinícola, es una variedad muy maltratada en los últimos años, sobre todo después de la película estadounidense Sideways (Entre copas). ¿Un varietal olvidado? #ReivindiquemosElMerlot

“Por culpa de esa película maldita se dejó de comprar y producir Merlot”, suele afirmar de forma tajante Alejandro Martínez Rosell, enólogo de Bodegas Rosell Boher. Pepe –como se lo conoce popularmente– se refiere a Sideways (Entre Copas en nuestro país). Aunque el film tiene más de doce años, sus efectos aún resuenan en el desprestigio popular.

Con una sola escena, Miles (el personaje llevado a cabo por Paul Giamatti) condicionó para siempre a esta cepa francesa: “Y si quieren un merlot, lo pedimos”, le dice su amigo Jack Cole (Thomas Haden Church); a lo que Miles le responde sin titubeos y enojado: "¡Si alguien pide un Merlot, me voy! ¡Yo me niego a tomar Merlot!". Y así, sin más que eso, las ventas de Merlot cayeron considerablemente en todo el mundo y crecieron las de Pinot Noir, cepa que se encargó de enardecer a lo largo de toda la película.

Pero, ¿por qué si es la base de grandes vinos del mundo, en Argentina no se consume mucho? “Por un tema de tendencia actual, creo que ‘esa película’ le dio al Merlot una sentencia un tanto injusta, que no se merecía y que cuesta repuntar, aunque tiene con qué pelear”, dice Manuel González, enólogo de Bodega Andeluna y da un dato más allá de las ventas: “A raíz de eso se ha reemplazado por otras variedades en cultivo, como Malbec principalmente”.

Según el último informe de Bodegas de Argentina Asociación Civil basado en el Instituto Nacional Vitivinícola (INV), en Argentina actualmente existen 5.850 hectáreas cultivadas de Merlot (224.707 ha total de viñedos); en 2004 (año de estreno de Sideways), en el país había 6.528 ha. de las 207.986 total. Con estos datos, lo que se puede observar fue un crecimiento en cantidad de viñedos cultivados y una baja considerable en la producción de Merlot: Hoy en día, representa sólo el 5% de viñedos del país.

Entonces, ¿la culpa la tiene Paul Giamatti y su diálogo maldito?

“Si bien es cierto que a nivel mundial el Merlot tuvo una mala ‘publicidad’ con la película y mucha gente se prendió a esa idea de que el Merlot era ese vino ‘malo’ o de malos recuerdos, creo que en Argentina los pocos fans tiene que ver más con el gusto general del consumidor”, responde el Ingeniero Agrónomo Leopoldo Kuschnaroff, Enólogo de Bodegas Esmeralda, y aclara: “Acá estamos muy acostumbrados a variedades ‘dulces’ como el Malbec o Bonarda, que tienen esos taninos dulces y redondos; en cambio el Merlot tiene taninos firmes y si no es elaborado cuidadosamente puede ser un vino difícil de tomar”.

En ese sentido, Emilio Abrahan –enólogo de Domaine Bousquet– agrega que el bajo consumo “se debe a una cuestión de falta de difusión y llegar más al consumidor para darle la posibilidad que lo elija y sea una alternativa a las variedades que más se consumen. Hoy existe una especie de modismo y lamentablemente no le ha favorecido demasiado al Merlot en los últimos años”, dice el enólogo y Leopoldo Kuschnaroff se suma al comentario: “Creo que el tema de fanatismos es como toda moda. Mucha gente se acopla a modas sin siquiera saber si realmente les gusta o no la misma”.

¿El preferido de los enólogos?