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¿La comida natural es un mito?

En su libro "Comer sin miedo", el bioquímico español José Miguel Mulet se despacha sin filtro contra quienes demonizan a los pesticidas. En diálogo con InfoGourmet, abrió el debate: ¿Es "cool" comer alimentos orgánicos?

"Que cada vez comemos peor, que la comida de antes era mejor, que ahora comemos mucha química, que nos estamos envenenando... hay tantos lugares comunes alimentarios y objetivamente todos falsos", afirma el polemiquísimo bioquímico español José Miguel Mulet.

En diálogo con InfoGourmet, el autor de Comer sin miedo –un libro en el que se despacha sin filtro y con ironía contra quienes afirman que los pesticidas son una amenaza para la salud o que los edulcorantes producen cáncer– analiza el "mensaje oculto" de los denominados alimentos naturales: básicamente, para Mulet lo ecológico no es más sano... pero sí más caro.

Para el doctor en bioquímica y biología molecular por la Universidad de Valencia –también autor del blog Tomates con Genes– la gente suele caer en ellos porque brindan "un mensaje facilón y bonito, que apela al sentimentalismo y, sobre todo, te saca la plata”.

“Si te dicen que unas patatas o unos tomates son como los que hacía la abuela, no te importará pagar el doble, aunque sean iguales que los baratos”, explica, y desata la polémica: entonces, ¿hoy es "cool" comer alimentos orgánicos?

"La comida ecológica es aquella que se ajusta a una normativa de producción, nada más. Ni es mejor ni peor"

InfoGourmet: Durante los últimos años se viene desarrollando un "boom" de la comida orgánica. ¿Es una moda o cree que realmente se está generando una mayor conciencia sobre lo que comemos?

José Miguel Mulet: Es cool porque la conciencia que está generando es superficial. La mayoría de las afirmaciones que hacen son falsas y, al final, sólo sirven para que alguien deje la plata en una comida que no es mejor para la salud ni para el medio ambiente.

IG: Pero, ¿toda la comida ecológica es un fraude? ¿Por qué apunta contra ella? J.M.M: La comida ecológica es aquella que se ajusta a una normativa de producción, nada más. Ni es mejor ni peor. El problema es cuando te dicen que es mejor para la salud, más sana, etcétera... Aquí no hay ningún dato que avale estas afirmaciones.

IG: En su libro, afirma que hoy la comida es más segura que nunca, que los edulcorantes no producen cáncer y que el café no es tan malo como se cree. ¿Podemos comer sin miedo entonces? ¿Por qué se demonizan estas cuestiones? J.M.M: Podemos comer sin miedo, pero en su justa medida y de forma equilibrada. Se demonizan estas cuestiones porque es fácil señalar a un malo que te tranquilice la conciencia y pienses que puedes comer todo lo que quieras de lo otro. Pero esta estrategia siempre fracasa. Cuando en Estados Unidos, en los noventa, se demonizó la grasa, la gente empezó a comer azúcar y el número de diabéticos se disparó.

IG: También sostiene que los conservantes son “más una bendición que un problema” y que los pesticidas no son demonios. ¿Ningún pesticida es peligroso para la salud? J.M.M: Una cosa son los conservantes y otra los pesticidas. En ambos casos, si supusieran un peligro durante su uso habitual se prohibirían. Como digo en Comer sin miedo prefiero conservante en mano que salmonella volando. Gracias a los conservantes tiramos menos comidas y sufrimos menos intoxicaciones. Y no olvidemos que en la cocina popular platos como los escabeches o ceviches, las mermeladas o los salazones, no son más que formas de conservar la comida.