Enfrentados por un vino
Mendoza y Tucumán se pelean por la botella que acompañará las celebraciones del Bicentenario de la Independencia. Cruces provinciales en una fecha patria.
"El vino de honor que represente al Bicentenario corresponde que sea tucumano", dijo Roberto Carro, vicepresidente de la Cámara de Bodegas y Viñedos de Tucumán. "No tenemos nada en contra de los productores mendocinos, pero es una pena que piensen en traer un vino de allá para los festejos. Es ilógico y absurdo", agregó.
La polémica se desató cuando la Bodega Catena Zapata –de Mendoza– anunció que su vino Casa de Tucumán será el elegido por el presidente Mauricio Macri durante los festejos del 9 de julio. "Nadie nos avisó nada. No sabemos quién determinó esto", continuó Carro.
Si bien desde Nación no dieron explicaciones del porqué de la elección, el que sí habló fue Alejandro Vigil, Winemaker de Catena Zapata, a través de Facebook: “Cuando se arma controversias por si es un vino de Mendoza o de Tucumán, vuelvo a caer que estoy en un medio de cabezas pequeñas y corazón frío”.
"Corresponde que el vino que represente al Bicentenario sea tucumano", Roberto Carro.
De esta manera, Vigil se sumó a la polémica pero destacando la importancia del producto: “Lo importante es que un vino es protagonista de nuestro Bicentenario, que se habla de vino en una de las fechas más importantes de nuestra República”.
El vino que tenían los tucumanos preparados para la ocasión es un trivarietal –del que se hicieron 14 mil botellas– con base de Malbec con Tannat y Cabernet Franc, con doce meses de paso por barrica. Fue bautizado como “Vino del Bicentenario” con un homenaje a la escultora Lola Mora con la imagen del bajorrelieve de la Jura de la Independencia. Además, en la contraetiqueta tiene un fragmento del acta de la Declaración de la Independencia.
"Lo importante es que un vino es protagonista de nuestro Bicentenario”, Alejandro Vigil.
Para el vino elegido por el Gobierno nacional, la bodega convocó a diferentes artistas plásticos a participar del concurso “Sueños de Tucumán”, donde debían presentar un proyecto que luego sería la etiqueta (leer nota).
La disputa sigue en pie. ¿Podrían convivir ambas botellas sobre la mesa para celebrar la Independencia?