Invierno sabroso y colorido
Lejos del clásico concepto de cartas invernales, el restaurante de Novotel Buenos Aires apuesta a platos y sabores que combaten al frío pero de una manera diferente.
Rojos, amarillos, naranjas, verdes y un sinfín de colores vibrantes y llenos de vida conviven en la nueva carta otoño-invierno de Patio #378, el restaurante de Novotel Buenos Aires.
Lejos del clásico concepto de cartas invernales donde el marrón es el color protagonista, la apuesta de este restaurante ubicado en el corazón de la ciudad porteña se destaca por ser jovial, lúdica y alegre.
Además de ser sumamente romántica (los platos tienen nombres como “Sueño de una noche de verano” o “Y sin embargo te quiero”), la carta abre el “juego” con cada plato y permite la posibilidad de probar cada elemento por separado, disfrutar de cada textura y sensación.
Se trata de la segunda carta que tiene a cargo Mauro Campos, chef Ejecutivo de Novotel Buenos Aires desde 2015 y quien, una vez más, vuelve a sorprender con una propuesta que apuesta a la simplicidad y en donde el producto es el gran protagonista.
“No toqueteamos mucho al plato. Acá la estrella es el producto y ese es el leitmotiv. Queremos que se sienta, que se disfrute y que no se pierda la esencia; así sea un simple tomate o una codorniz”, enfatiza este joven chef.
La propuesta
Ya sea para almorzar o cenar a la salida de alguno de los teatros de la mítica avenida, el restaurante abre tanto para huéspedes como visitas y está ubicado en Avenida Corrientes 1334.
Algunos de los platos fuertes de la nueva carta son: “Ser o no ser” (ojo de bife salteado de papines, alcauciles y panceta con crema ahumada de berenjenas), “Para ti es el mundo” (codorniz duxelle, arroz negro salvaje con curry, cítrico de hierbas y alcaparras), o “Y sin embargo te quiero” (pez espada, puré de zanahorias, almendras y vainilla, endivias gratinadas con queso azul & emulsión de habas).
Pero sin dudas, el hit de esta nueva carta es “Amor, honor y poder”: un garrón de cordero estofado y en el punto ideal, acompañado de gnudis de espinaca y pecorino. Una combinación perfecta, con presencia y que le hace honor al nombre que eligieron para este plato.
“Darle nombre al plato tiene, inclusive, cierta magia. Es crear y bautizar”, explica Exequiel Campos, gerente general del hotel, sobre este divertido sello distintivo de las cartas de #Patio378.